La estrepitosa irrupción de Podemos en la política española, la descomposición galopante que se observa en las filas del PSOE y lo llamativo de casi todas las encuestas que han visto la luz desde las pasadas elecciones europeas han llevado a muchos comentaristas y a gran parte de la calle a hablar del fin del bipartidismo. Escenarios electorales donde antes solo se contemplaban dos fuerzas políticas, y como mucho algún grupo bisagra sin opciones reales mayores que las de apuntalar a uno de los partidos dominantes, han dado paso a auténticos mosaicos de siglas en los que ya no está, ni mucho menos, clara la opción bipartidista. (klik egin-ver más)
Ander Muruzabal