El viejo continente quiere dejar atrás la economía lineal –coger, hacer, consumir, eliminar–, para caminar hacia una economía circular, donde los materiales se recogen, reciclan y emplean para hacer nuevos productos. Por el propio diseño de su sistema, para este modelo no existen los residuos y solo se utilizan materias primas vírgenes –renovables o no– cuando no se dispone de materias primas secundarias.
El sistema arriba expuesto es el que defiende y desgrana el documento que mañana se vota en el Parlamento Europeo. Titulado «Sobre el uso eficiente de los recursos: avanzar hacia una economía circular», de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, el texto propone la aplicación de pago por generación de residuos, la obligación de recoger de forma selectiva lo orgánico a más tardar en 2020, o la limitación de la incineración, con o sin recuperación de energía, estrictamente a los residuos no reciclables y no biodegradables para dentro de cinco años. (klik egin-ver más)
GARA