Un numeroso colectivo de trabajadores de este país, el de las grandes superficies comerciales, es el primero en el que el empresariado español comienza a experimentar el recorte de derechos laborales históricos, lo que se conoce como “conquistas sociales”.
Los tres primeros días de baja laboral por enfermedad común, y la parte proporcional de las pagas extraordinarias, legalmente no es obligatorio retribuirlos, pero convencionalmente (es decir: por Convenio Colectivo), cada vez en más sectores sí. O al menos así ha sido la dinámica hasta ahora.
Ahora, la patronal del sector de las superficies comerciales, liderada por El Corte Inglés, ha activado a sus sindicatos amarillos, la Federación de Trabajadores Independientes de Comercio y Federación de Asociaciones Sindicales de Grandes Almacenes (patrocinados desde las propias empresas) para cerrar un nuevo Convenio Colectivo por el que los trabajadores renuncian con efecto retroactivo a cobrar por los tres primeros días a partir de la segunda baja por contingencias comunes. En el año de la Gripe A, es renunciar a mucho dinero (3 días es el 10% de la mensualidad), o ir a trabajar enfermo, y contagiando a clientes y compañeros. Máxime cuando el nuevo Convenio Colectivo, entre otras regresiones, no garantiza el mantenimiento de la capacidad adquisitiva (a sumar a la desregulación de la jornada de trabajo o de las condiciones de trabajo previamente contratadas).