Imaginen el caso en Emmanuel Macron, presidente electo de la República francesa. O, mejor, en su similitud orgánica en el país, a la Reina Isabel II de Inglaterra. Supongamos que Isabel hubiera tenido un amigo íntimo o, con más precisión, un amante. Y que lo hubiera enviado en representación suya a hacer negocios en Arabia Saudí. Que un embajador del gobierno británico hubiera acompañado en ese menester al amigo de la reina. Pues esto es lo que sucedió, según nos contó eldiario.es con Juan Carlos I, rey, Corinna zu Sayn-Wittgenstein y el entonces embajador en Riad, Manuel Alabart, hoy directivo de Técnicas Reunidas, una de las empresas incluidas en aquella gestión.
La información de Antonio M. Vélez y Gonzalo Cortizo es modélica. Con datos, fechas, foto, reconstruye la historia con antecedentes ya publicados. La noticia ha pasado sin gran relevancia. Solo Unidos Podemos ha registrado dos preguntas en el Congreso que será la única forma de llevar a la Cámara de representación el tema. Recordemos que PP, PSOE y Ciudadanos han vetado una comisión de investigación sobre las revelaciones robadas a Corinna. (klik egin-ver más)
Rosa María Artal, en eldiario.es