"Menos periodistas, más medicinas". La frase se extiende por Haití, como tantas otras veces se ha extendido en escenarios de otras tragedias inmediatas -luego están las tragedias lentas-, ante la constatación de que hay más cámaras y bolígrafos que vendas y sueros. ¿Habría vendas y sueros si no hubiese cámaras y bolígrafos? No lo sé, pero quiero creer que habría menos, aunque haya que tragarse que esto corra el riesgo de convertirse -si no se ha convertido ya- en otro espectáculo mediático espiritual de consumo mensual y luego a otra cosa, hasta la siguiente. Así somos por aquí, consumimos emociones a velocidad supersónica, normalmente emociones ajenas... (Klik egin-ver más)
Jorge Nagore (Diario de Noticias)