Sienta mal en Navarra Suma que Navarra vaya a asumir las transferencias de Tráfico, unas transferencias que UPN lleva pidiendo a los distintos gobiernos de Madrid desde los años 80 y que jamás se materializaron, a pesar de que durante varias legislaturas coincidieron en el poder UPN y PP en Navarra y PP en España. Nada, no hubo manera. Sentó mal en la pasada legislatura que se anunciara -porque se anunció y esto de ahora es el refrendo- y sienta mal en esta que además haya sido el PNV el que haya firmado un pacto en ese sentido con el PSOE, con el beneplácito del PSN. No ha sido el Gobierno Vasco quien lo ha hecho, sino el PNV, un partido que puede gustar más o menos o nada, como todos, pero que tiene sede en Navarra antes que UPN existiera, un pasado muy extenso en esta tierra y miles de votos y centenares de militantes y una presencia obvia en Geroa Bai, el partido que lideraba el anterior Gobierno de Navarra y que también forma parte del actual. A UPN no le parece sentar mal que en Navarra decidan cosas políticos de partidos que vienen de aquello que se montaron Boadella, Azúa, Arcadi Espada y Rivera en Barcelona hace ni 15 años o de lo que montaron en Madrid 7 u 8 exministros de Franco y que se llamó AP pero sí algo que venga del PNV, con raigambre navarra desde principios del siglo pasado ¿A UPN esto no le gusta? Es comprensible, básicamente porque pone en solfa su foralidad tan pregonada como impostada, como ya sucedió con la renovación del convenio económico y con el plante del exconsejero de Hacienda Mikel Aranburu a pagar de más a Madrid hasta que no se renegociase el convenio, lo que sirvió para que Esparza hablase de "deslealtad" a Madrid. Para UPN -y ahora Navarra Suma- lo primero era Madrid -su gobierno- y si Madrid quiere y no le sienta mal pues ya si le cae algo a Navarra no nos importa, si no es mucho pedir. Bienvenidos a 2020, año de la marmota.
Jorge Nagore, en Diario de Noticias