Soy técnico en cocina y gastronomía. Después de entregar mi currículo en una empresa del sector de hostelería, me contaron las condiciones que serían: contrato de 40 h. semanales de cocinera con 2 compañeros más en las mismas condiciones, aunque los primeros días nos tendríamos que esforzar más, ya que la empresa abría un nuevo establecimiento justo en navidades y tendríamos mucho trabajo. Dijo el jefe que lo sabría compensar.
El 19 de diciembre me dan de alta en dicha empresa. Comienzo a trabajar el día 21, desde ese momento hasta el día 12 de enero descanso tres días y realizo 179,53 horas de trabajo.
En estos días las jornadas de trabajo se desarrolla de 11 de la mañana a 17,30 y de 20 a 1, más o menos, con un estrés impresionante. Llega el momento de cobrar la nómina de diciembre y nada, que no la pagan. A todo esto sin firmar ningún contrato. Entre el estrés y la preocupación de no tener un contrato firmado y la nómina sin cobrar, el día 12 de enero en pleno servicio me da un ataque de ansiedad, llamo al jefe y le digo que me voy, que me va a dar un ataque al corazón. El médico me da la baja desde el día 13, yo fatal con ansiedad y un cólico al riñón, pero con la mosca detrás de la oreja. Me informo en la SS y el INEM de mis condiciones laborales y me comunican que tenía un contrato de 24 horas semanales como ayudante de cocina hasta el 18 de febrero. Con todo esto les mando los partes de baja por burofax, a raíz de esto el 17 de enero me despiden con efecto retroactivo del día 12, yo les denuncio en inspección de trabajo y ante el Sama. El día 4 de febrero recibo las nóminas de diciembre, enero y finiquito. Firmo “no conforme” y entonces es cuando la empresa se pone en contacto conmigo. Quieren solucionar la cosa, pero bajo mano. Yo les digo que no y el día 13 tengo la conciliación. No sé qué pasará, pero me han quitado la salud pero no la dignidad.
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