El Gobierno nacionalista polaco va a dotarse de un nuevo cuerpo paramilitar a su servicio y que estará al margen del ejército. Se trata de una guardia de defensa integrada por más de 35.000 voluntarios. La oposición denuncia que será una guardia pretoriana para defender exclusivamente al gobierno y aterrorizar a la población.
El Ejecutivo ha querido dejar muy claro que la misión de esta nueva unidad no será reforzar a las fuerzas armadas, que cuentan con unos 100.000 soldados y oficiales, ni contribuir a la defensa de las fronteras de Polonia. Su objetivo primordial será “prevenir y combatir amenazas no militares, así como defender la seguridad civil y la herencia cultural de la nación polaca”. En su punto de mira estarán las personas y organizaciones que protesten contra la crisis o contra el Gobierno. No sólo serán perseguidas, sino que podrán ser acusadas de subversión, terrorismo y desinformación, delitos que amenazan tanto a la legítima oposición democrática como a los medios de comunicación.
Este nuevo cuerpo se llama Defensa Territorial y, según el decreto que ha publicado el Gobierno, debe contribuir a “construir los fundamentos cristianos y patrióticos de nuestro sistema defensivo”.
La Vanguardia