A la asociación gitana Chachipen del Gau Kalo no le tiembla el pulso a la hora de acusar al alcalde de Murillo el Fruto, Javier Gárriz, de “racista”. Es más su presidenta, Segunda Jiménez, sugiere que el primer edil ha podido tomar “represalias” contra los vecinos de etnia gitana a raíz de una noticia publicada en enero, cuando el colectivo sacó a la luz un documento firmado por el propio Gárriz en 2011, poco antes de que tuvieran lugar las elecciones en las que salió reelegido, por el que se comprometía a “sacar a trabajar a los socios de etnia gitana” así como a cederles el uso de centro socio-cultural del pueblo (para la celebración de bodas, bautizos y comuniones) a cambio de recibir su voto. (klik egin-ver más)
Ainara Izko, en Diario de Noticias