miércoles, 30 de diciembre de 2020

ARGENTINA, UN OASIS DEL DERECHO AL ABORTO EN AMÉRICA LATINA

        Este miércoles, América Latina despierta inspirada por una nueva ola verde. Esta vez sí, el Senado argentino ha aprobado un proyecto que permite el acceso libre y legal al aborto hasta la semana 14 de gestación, dos años después de rechazar una propuesta similar. El cambio ha sido posible tras meses de discusión pública, impulsada por las jóvenes, que hicieron que el aborto dejase de ser un tabú y avanzase la despenalización social, haciendo que algunos legisladores cambiaran de opinión. Con esta votación, se suma al puñado de países latinoamericanos que garantizan el derecho de las mujeres a decidir cuándo y cómo ser madres, algo hasta ahora reservado a las que viven en Cuba, Uruguay, Guyana y la Guayana Francesa, el Estado mexicano de Oaxaca y la Ciudad de México.

              Los colectivos feministas ven hoy un poco más cerca que la interrupción segura del embarazo deje de ser un privilegio reservado a quienes tienen recursos, pero el caso argentino no deja de ser un oasis en el acceso al aborto en América Latina. En una región con cinco países que lo prohíben sin excepciones (El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití), el debate tiene otras caras como las de las decenas de salvadoreñas condenadas hasta a 30 años de prisión por pérdidas gestacionales o las hondureñas que atienden de manera clandestina una línea telefónica que ayuda a mujeres a acabar con sus embarazos de manera segura, aún a riesgo ser encarceladas. También son historias como la de ‘Esperancita’, una adolescente de 16 años que falleció en 2012 en República Dominicana tras ser diagnosticada con leucemia al inicio de un embarazo y a la que retrasaron la quimioterapia para no afectar al feto. Este año, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió el caso de la joven a la que negaron el aborto terapéutico.  (klik egin-ver más)

El País

POBRES BLANCOS CONTRA POBRES NEGROS: XENOFOBIA EN CANARIAS

             La portavoz del Gobierno aparece en la pequeña televisión de un bar próximo al puerto de Arguineguín (Gran Canaria) pasadas las 14 horas. Entre unas cervezas y bocadillos de tortilla, varios vecinos escuchan a la ministra en el telediario de la Televisión Canaria anunciar una nueva dotación presupuestaria a la Cruz Roja. "¡Nos van a seguir llenando todo de negros!", dice uno de los clientes habituales de la cantina de un centro social de ancianos de la localidad que durante meses albergó el llamado "campamento de la vergüenza". A su alrededor surge alguna mueca de reproche, pero guardan silencio.

            Detrás de una barra decorada con redes de pesca, el rostro de Mari hace un pequeño gesto de descontento mientras continúan de fondo las noticias sobre inmigración. La encargada del bar, resuelta y dicharachera, vio durante meses a personas hacinadas durmiendo a la intemperie a unos cuantos metros de su lugar de trabajo. "No tendrían que haber estado más de cuatro meses ahí tirados. ¿No había otro lugar?", dice la empleada mientras se desplaza de un lado a otro del local.   (klik egin-ver más)

Gabriela Sánchez, en eldiario.es

RESULTADO DE LAS VOTACIONES PARA LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS DE LARRAGA 2021