El Gobierno escarba en todos los rincones del Presupuesto en busca de un ahorro que le permita cuadrar las cuentas. La falta de recursos económicos obliga a un recorte inédito del 4,5% en el gasto para 2010, lo que exige revisar todas las partidas. Una de las primeras será el salario de los funcionarios. Con los precios a la baja, el Ejecutivo cree que ha llegado el momento de mantener los sueldos públicos prácticamente congelados, con subidas inferiores al 1%. Si la inflación se recupera el año próximo, como prevé la mayoría de los analistas, ese incremento podría incluso suponer una pérdida de poder adquisitivo... (Klik egin-ver más)