Marc Monreal Ezcurra, concejal del Ayuntamiento de Beire, nos remite a Gerinda Bai el relato de la agresión que declara haber sido objeto en el pleno del pasado 19 de febrero por parte del secretario municipal, Raúl Echarri Jiménez. Según lo que nos cuenta el concejal, la cuestión se agrava por el hecho de que el citado secretario, que acaba de presentar su renuncia como concejal de Ayegui-Aiegi, ha presentado una denuncia por una supuesta agresión previa de Monreal. Transcribimos a continuación la carta recibida:
"Me resigno a hacer pública la agresión de la que fui victima delante de 4 testigos presenciales ante la incredulidad que suscita entre mis vecinos que durante el pleno del ayuntamiento de Beire celebrado el pasado 19 de Febrero un concejal fuese objeto de una brutal y cobarde agresión por parte de un funcionario público.
En el turno de preguntas antes de finalizar el Pleno pregunte por los insultos vertidos hacia otro concejal por parte del alcalde y los desprecios verbales del secretario. Pregunté además por las grabaciones que éste realiza para, según sus declaraciones, mejorar su trabajo. En estas grabaciones se podrá oír cómo el alcalde llama bobo y tonto a otros concejales; se podrá oír, si las hace públicas, cómo el secretario desprecia con frases como “veis demasiadas películas de Hollywood”, “no entendéis nada” y más expresiones que delatan un sentìmiento de superioridad o quizás un complejo de inferioridad y frustración.
En ese momento el secretario apaga la grabadora, me llama despectivamente chaval (creo tener su edad, cuarentón) y tonto. Acto seguido esta persona se levanta y se dirige hacia la salida del aula, o eso creía. Pensaba que se iba a su despacho mientras yo recriminaba al alcalde el hecho de que no pusiera orden ni calmara al energúmeno en cuestión.. Cuál fue mi sorpresa y disgusto cuando en ese momento un brazo me atrapa por el cuello y me tira hacia atrás aprovechando que estaba sentado en mi silla y de espaldas, y una vez en el suelo indefenso como una tortuga volteada me agarra del cuello con sus dos manos delante de todos los presentes. Nunca olvidaré esa mirada: una mezcla de locura y de haberse dado cuenta de lo que había hecho. Muy valiente." (klik egin-ver más)