Tras cinco décadas de cometido el genocidio, gran parte de la élite que domina las fuerzas armadas, la policía, la justicia, el sector financiero y parte del poder parlamentario y local en Indonesia, aún tienen vínculos con la dictadura militar. ¿Le suena a algo parecido?
El 5 de octubre de 1965 el teniente general indonesio, Suharto, dio rienda suelta a uno de los episodios más sangrientos de la guerra fría. Por estos días se cumplen 50 años del genocidio indonesio, una matanza de entre medio millón y 2 millones de comunistas que fueron asesinados y torturados entre 1965 y 1966, un crimen que contó con la complicidad de EEUU.
El 2012 se estrenó el documental "The act of killing", del director estadounidense Joshua Oppenheimer, que ganó diversos premios de cine y que fue nominado a los Óscar. El film relata un hecho que ha permanecido en el silencio durante décadas y que los últimos años, organizaciones de derechos humanos han tratado de sacar a la luz. En este sentido, el Tribunal Popular Internacional sesionará en La Haya en noviembre de este año para avanzar en el reconocimiento nacional e internacional del genocidio.
En la actualidad los genocidas son reconocidos como héroes de la patria, mientras que los sobrevivientes y sus familiares aún viven aterrorizados ante nuevas represalias por los hechos ocurridos hace medio siglo en un país ubicado en el sudeste asiático. (klik egin-ver más)
Mauricio Leandro, en Resumen Latinoamericano (Octubre 2015)