La asociación navarra de consumidores Irache ha recibido en lo que va de año más de quinientas consultas y quejas sobre comerciales de luz. Según una encuesta, más de la mitad de la población navarra (53%) ha recibido visitas de este tipo y el 47% de los ciudadanos tienen una impresión «mala» sobre estas actuaciones, añade Irache en una nota en la que señala que en buena parte de estas visitas los consumidores acaban firmando contratos de luz sin comprender qué significan o a qué les comprometen.
La mayor parte de estos contratos cuentan con servicios vinculados, como los de mantenimiento, urgencias o protección de pagos, en ocasiones necesarios para conseguir los descuentos que ofrecen las compañías y que pueden suponer encarecimientos de más de 100 euros al año.
Al firmar, parte de los ciudadanos han salido de la tarifa regulada sin quererlo y han realizado un contrato en el mercado libre, sujeto a las condiciones plasmadas en el documento. En ocasiones, incluso, han salido del bono social, una tarifa más baja concebida específicamente para grupos especialmente vulnerables como pensionistas, familias en paro o familias numerosas, advierte.
Irache alerta de que las «las tretas» de algunos comerciales para conseguir que el consumidor firme un nuevo contrato son de los más variadas: algunos siempre afirman que son de la compañía del ciudadano –aunque no sea así–, otras veces dicen que es para cambiar el lugar de facturación, que el Gobierno obliga a cambiar la tarifa, que no le están aplicando los descuentos correctamente o que sólo se trata de verificar la factura para comprobar que todo va bien.
GARA