Más allá de la indignación sentida durante los Sanfermines por la presunta violación me surgía una inquietante pregunta: ¿ninguno de los cinco enunció un “ a ver, tíos, qué estamos haciendo”? Quiero creer que los hombres con los que me relaciono la habrían hecho. Estos parecen chicos normales, pero ¿entonces?
Posteriormente, tres momentos en las sucesivas informaciones aparecidas en prensa me han producido un escalofrío.
La primera fue la publicación de una secuencia de whatsapp en la que los presuntos autores describen a sus amigos lo que acaban de hacer. Sin asomo de consciencia y utilizando un lenguaje procaz se refieren a ella como “una” “entre cinco follándonos a una”, cosificándola, despojándole de humanidad. Pero lo que me dejó verdaderamente helada fue la respuesta de los amigos en la distancia, les envidiaban la hazaña. (klik egin-ver más)
Ana Ansa