El sociólogo Ricardo Feliú acaba de sacar un refrescante libro, “Navarrismo Pop”, editado por Katakrak, que analiza la cultura política que dominó la comunidad hasta prácticamente ayer y la relación, por ejemplo, con una serie de mitos forales creados durante el franquismo y la transición, que van de las Javieradas, al monumento a los Fueros y hasta la reconstrucción del Palacio de Olite.
Feliú, que fue pionero en desentrañar el pequeño núcleo de familias y organizaciones que desde el siglo pasado manejaron el corralito foral, profundiza en el discurso exclusivo que marcó durante décadas el sentimiento de “lo navarro” y la “arcadia foral” en la discurría hasta que cayó el régimen.
Osasuna, Miguel Induráin, torreones y campanarios que dieron amparo al navarrismo, aparecen en esta pequeña obra que aborda una ideología que fabricó hasta una cultura popular propia, aún presente y con deseos de resucitar, pero ya desenmascarada.
El Olitense
