Afortunadamente no hubo desgracias personales tras el accidente de la cubierta de la Ciudad Deportiva. Por esta vez al menos se está en condiciones de tomar medidas sin que haya sucedido nada irremediable. Preocupa ahora la cuantía de los daños materiales, así como la fecha en la que se reabrirá el velódromo. Pero lo más importante es que una construcción que fue cuestionada en su día por su elevado costo, además de por su oportunidad, podría tener deficiencias técnicas graves en su estructura, podría carecer de capacidad para aguantar condiciones metereológicas que son excepcionales pero de ninguna manera irrepetibles. Es urgente una investigación, de la que no obligatoriamente hay que salir con la delimitación de responsabilidades invididualizadas, pero en la que tampoco hay ninguna razón para descartarlas a priori. Una investigación de solvencia, en la que intervengan, además de los que realizaron la obra , peritos independientes ajenos a los constructores, al arquitecto y al ayuntamiento. Sólo de esa manera podremos estar tranquilos de aquí en adelante. Tranquilos relativamente puesto que la certeza absoluta no existe cuando llegan fenómenos de esta naturaleza. Pero no debe quedar ni una sombra de duda en cuanto a las garantías de ejecución de una instalación tan nueva y costosa como la de Tafalla.Praxku
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