LOS discursos poselectorales arriman el ascua a su sardina, pero los ciudadanos no están obligados a tragar los sofismas con que se arma esa retórica.
El primer sofisma es que los ciudadanos han votado un cambio que consiste en investir a López como Lehendakari de una nueva mayoría de gobierno. Las urnas han otorgado a López la oportunidad de serlo si quiere, pero no puede considerarse un mandato porque el PNV tiene cinco escaños y 80.000 votos más, ha ganado en escaños en dos territorios y empatado en el otro, y PNV-Aralar-EA suman más votos que PSE- PP-UPyD. (klik egin-ver más)
Mariano Ferrer (en Grupo Noticias)
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