
Una excelente oportunidad para visitar esa sierra tan cercana y entrañable, barrera climática y refugio de los hayedos más meridionales, que cierra por el N nuestra merindad, separándo la Valdorba de la Cuenca de Pamplona. Para transitar por su cerrada espesura donde cohabitan el bosque atlántico y el mediterráneo. Antes de que la fiebre eólica nos la llene de pistas y la conviertan en un lugar hosco y extraño.
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