Con los sonidos de la txalaparta de fondo y los abanicos intentando en vano mitigar el calor reinante, arrancó ayer en el Patio de los Gigantes de Pamplona el homenaje al recientemente fallecido Pablo Antoñana.
El acto, al que asistieron cientos de personas de prácticamente todas las edades, fue coordinado exquisitamente por Javier Pagola, quien dio inicio al mismo con las siguientes palabras: "Me llamo Pablo Antoñana y nací en Viana, de Navarra. Mi oficio de traer el pan a casa, secretario de ayuntamiento. He sido siempre un enhebrador de palabras, un buscador de trocitos de vida". (klik egin-ver más)
Diario de Noticias
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