Los cuatro concejales de UPN de Olite no condenan los actos violentos contra monumentos de la memoria histórica y las graves amenazas de Falange y Tradición. Esto es mucho más grave que respetar la orden de tirar un cohete en fiestas de cualquier pueblo, no valiendo ninguna excusa para no denunciar, aunque sólo lo hagan por respeto y no por convicción. Según como funciona la justicia o por lo menos los argumentos del partido de estos señores, éstos no sólo tenían que ser cesados, sino también procesados por estar vinculados en el entorno de la violencia, fomentar y apoyar grupos terroristas, por posicionarse radicalmente en el lado opuesto de un estado democrático, por ofender e insultar a miles de víctimas del golpe militar del 36. No hay derecho a seguir ofendiendo y pisando a las últimas víctimas que están tumbadas por los años, miedos y nostalgias, y más ahora cuando se está intentando cerrar heridas, simplemente para conseguir el derecho al reconocimiento físico y moral de la memoria histórica. Además nadie dudará de cómo se está elaborando el trabajo de este reconocimiento, con el cuidado más escrupuloso y respetuoso para no incomodar ni a los responsables directos ni a sus herederos ideológicos o de sangre. Y estamos hablando de respeto de las únicas víctimas calladas durante demasiados años que defendieron un estado democráticamente elegido por todos los ciudadanos. Precisamente muchos de los que dicen hoy "nosotros los demócratas" no demuestran su alejamiento de los sectores y pensamiento de los responsables de aquellos desgraciados acontecimientos.
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