Los movimientos conservadores van ganando peso en la Iglesia católica y un claro ejemplo de su avance y preeminencia ha sido la Misa de la Sagrada Familia celebrada ayer en Madrid y que congregó a miles de personas, muchas de ellas llegadas de países europeos. Una ceremonia impulsada por el Camino Neocatecumenal liderado por Kiko Argüello, oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y a la que, a través de videoconferencia, se sumó Benedicto XVI. El acto repitió el guión de las dos ediciones anteriores: una defensa a ultranza de la familia formada por hombre y mujer, una crítica excluyente del resto de los modelos familiares, el rechazo tanto del divorcio como del aborto y, por fin, una visión apocalíptica del futuro de una Europa sin niños.
(klik egin-ver más) Editorial del Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario