Días pasados ha celebrado sus cien años de vida Aleja Biurrun, natural del pueblo del mismo nombre, en Valdizarbe. Los ha celebrado en Uruguay, en la localidad de Veinticinco de Mayo, también conocida como Isla Mala, donde la comunidad vasca le ha brindado un emotivo homenaje, rodeada de sus cuatro hijos, la mayor parte de su numerosa descendencia y muchos amigos y conocidos.
Vivió desde joven en Altsasu, donde se casó con el larraundarra Ignacio Argiñarena, en cuya vida se inspiró Alberto Irigoien para escribir el libro editado por Ttarttalo "El requeté que gritó Gora Euskadi". Ignacio se había alistado con los requetés en el Tercio de Lácar y trabajaba como listero en la cantera de Orobe, en Altsasu, donde fue testigo de la explotación y sufrimientos a los que eran sometidos los presos rojos y nacionalistas, hasta el punto de sentirse más perdedor que ganador de aquella guerra. Como consecuencia de esta decepción y de las duras condiciones de vida de la posguerra que le obligaron a dedicarse al extraperlo, tal como recuerda ahora Aleja de sus vivencias junto a Ignacio, se autoexiliaron y marcharon en 1949 a Uruguay, donde la diáspora vasca les recibió con los brazos abiertos.
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