Nafarroa Bai presentó ayer una propuesta para que el Parlamento Foral expresase "su preocupación por la muerte en muy extrañas circunstancias del ciudadano guipuzcoano Jon Anza". Todos los demás grupos rechazaron la iniciativa sin presentar texto alternativo alguno. Mientras la fiscalía de Toulouse señala que todas las hipótesis siguen abiertas. Es inevitable tener reservas sobre lo ocurrido mientras nadie dé una explicación medianamente aceptable sobre lo sucedido en los once días de abril de 2009 transcurridos entre la llegada de Anza a Toulouse y su recogida cuando se le encuentra desvanecido en la calle. O sobre los motivos por los que se ignoró durante casi un año su paradero. O porqué no se permitió a un médico de confianza de la familia estar presente en la autopsia. Porque aquí hemos conocido muchos casos siniestros al abrigo de la lucha antiterrorista. Por pura conciencia democrática y por una mínima sensibilidad con los derechos humanos es lógico tener al menos cierta preocupación e interés por saber qué es lo que pudo pasar. No es el caso, al parecer, de UPN ni del PSN ni del CDN. Ni tampoco de Izquierda Unida de Navarra. Lamentable.
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