Una gran manifestación ha tenido lugar hoy en Madrid. Veinte mil personas, calculadas según la superficie del recorrido y la densidad de personas por metro cuadrado. Autobuses desde diversos lugares del Estado y un manifiesto apoyado por muchos intelectuales y artistas de prestigio. Seguramente la mayor muesta de protesta colectiva registrada hasta ahora en este país que arrastra la vergüenza de tener como "fiesta nacional" a esta denigrante salvajada.
Como se declara en el manifiesto, "el toro de lidia tiene un sistema nervioso como lo tienen los humanos por lo que padece dolor como nosotros". Y el colmo es que algunos políticos han implicado a diversas comunidades en el reconocimiento de la tauromaquia como "bien de interés cultural". La tortura no es cultura. Y si lo es, también lo serían las luchas de gladiadores o el espectáculo de ver devorar las fieras a los cristianos.
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