viernes, 25 de junio de 2010

LA LAGUNA DE LA SARDA


El término de Tafalla no se caracteriza por la abundancia de ecosistemas fluviales. Dispone de un río, bravo a veces, las más lánguido y perezoso pero que desde su humildad es capaz de alimentar una intrincada y eficaz red de acequias de la que se nutre una fértil vega. Barrancos y fuentes también cumplen su misión para agonizar, salvo contadas excepciones, en los meses de estiaje. Lagunas y balsas, unas naturales, otras creadas por el ser humano, completan este de por sí escaso paisaje fluvial. La laguna que ilustra este reportaje aspira a volver a formar parte de este patrimonio y pasar a engrosar el listado de enclaves naturales merecedores de una protección. (klik egin-ver más)
A.Berrio (en La Voz de la Merindad)

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