
El 29 de julio de 2000 falleció Félix Iñurrategi y con su muerte se interrumpió una historia de superación, de valentía, de originalidad, de pureza, a la hora de afrontar la montaña. Una década después, su figura y sus logros deben ser rescatados en unos momentos en que el alpinismo transita por caminos demasiado concurridos y expuestos al barullo y a la polémica. El montañismo y la vida no han sido lo mismo, pero han seguido sin Félix Iñurrategi. Porque él mismo lo decía: "Bihar ere argituko du. Mañana también amanecerá". Noticias de Gipuzkoa
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