Dios habitaba en el Pardo. Configuraba los destinos de España mediante su general ungido por una cruzada contra el comunismo y la descristianización. Su vicario uniformado sembraba de sagrados corazones los montículos patrios, convocaba a la virgen de Fátima, nombraba Obispos, los elevaba a la categoría de diputados en Cortes y hacía de España un ramillete a los pies inmaculados de María Inmaculada. (klik egin-ver más)
Rafael Fernando Navarro, en su blog
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