CCOO acusó ayer a los profesionales sanitarios de los servicios de prevención de Osakidetza y de las mutuas de mantener una actitud insumisa ante su obligación de comunicar la sospecha del origen profesional de ciertas enfermedades. El sindicato ha hecho esta denuncia después de que Mutualia haya reconocido la enfermedad profesional de un soldador de 34 años, que, tras ser rechazado en primer lugar por la mutua, fue operado por Osakidetza de la mano derecha en 1999 y de la izquierda en 2008, sin que los médicos de la sanidad pública comunicasen la sospecha de un posible origen profesional de su dolencia.
Para CCOO, la falta de comunicación de la sospecha favorece el ocultamiento de las enfermedades profesionales y hace que Osakidetza corra con enormes gastos que corresponden a las mutuas. Además, el sindicato ha subrayado que esta circunstancia supone un enorme fraude en la prevención de riesgos laborales, ya que imposibilita que se tengan en cuenta datos significativos para evitar lesiones en el puesto de trabajo.
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