Otegi llamó al Rey "jefe de los torturadores" y le cayó un año de cárcel. Ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha decidido que esa sentencia violó su libertad de expresión, y ha condenado al Estado a indemnizarle con 23.000 euros en un máximo de tres meses.
En 2009 se incautó un documento a Garikoitz Azpiazu, ex jefe militar de ETA, donde recomendaba a los detenidos denunciar torturas. Y lo hacen. Pero el Estado tiende a desestimar sus acusaciones por la falta de pruebas. Salvo cuando hay pruebas que ni siquiera un hábil picapleitos puede ignorar. El diciembre de 2010, cuatro guardias civiles fueron condenados a cárcel e inhabilitación absoluta por "torturas graves" a dos detenidos de ETA.
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