Cerca de un millar de peralteses se concentraron ayer por la tarde en la plaza Principal de su localidad como muestra de apoyo al dueño del bar V Blanca, que el pasado 22 de julio recibió una paliza en su propio establecimiento. Los vecinos, según el cartel que se podía leer en las calles del municipio, apuntaban que las conductas incívicas "no deben tener cabida en Peralta". El silencio de la concentración sólo se rompió con los aplausos que se brindaron a la familia de Alfredo Salaberri, que quedó malherido tras la paliza y requirió atención.
Diario de Noticias
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