En las manifestaciones antifinanciación pública de la Jornada Mundial de la Juventud de estos días ha quedado patente un abuso policial que apenas tenía precedentes desde el comienzo de la democracia, recordando más a tiempos dictatoriales como los años sesenta que al siglo actual. Como en una guerra sin cuartel los opresores no querían dejar huella de su tiranía y han cargado también contra la prensa, resultando agredidos y retenidos ilegalmente periodistas y fotógrafos. Ayer, la Jefatura Superior de Policía de Madrid les brindó de manera figurada las cabezas de tres acusados, tras estudiar el material gráfico (vídeos y fotografías) recopilado desde el lunes, cuando se inició la investigación. Se trata, según Europa Press, de un subinspector y dos agentes, vinculados en principio a la agresión a una menor, su acompañante y un fotógrafo el jueves por la noche
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