La Constitución permite un referéndum en caso de que el 10% de los senadores o de los diputados lo pidan. Si 26 senadores o 35 diputados lo aprueban, la población podría votar un referéndum. Y lo que es otra muestra de la naturaleza poco democrática no sólo de las instituciones, sino de la cultura política, es que es improbable que se alcancen estos mínimos. Si a la población se le explicara las consecuencias de la reforma de la Constitución y de la medida de equilibrio presupuestario aprobada en las Cortes, que quiere constitucionalizarse, es más que probable que la ciudadanía pidiera un referéndum y votara en contra de tal medida. El establishment financiero, económico, político y mediático es consciente de ello (y temen que pasara en España lo que pasó en Islandia cuando la población en un referéndum dijo “¡Basta ya!”, oponiéndose a lo que la clase política dominante había ya aprobado). De ahí que se opongan y que no permitan que la ciudadanía decida en un referéndum. ¡Es indignante! (klik egin-ver más)
Vicenç Navarro, en El Plural
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