Un camino que sube en dirección N. nos invita a cruzar el canal para llegar en 15 minutos al Corral de los Toros. La soledad es absoluta. El día está claro y limpio. El sol se empieza a adueñar del campo pero, en las sombras, el frío nos obliga a llevar guantes y gorros. Nos detenemos un momento a contemplar el edificio y recordamos las conversaciones con "Pastoril", cuando el Templao y yo volvíamos del Buskil y él estaba en plena faena con su rebaño. Un poco más arriba, entre robles, enebros y encinas, nos acercamos a las ruinas de la enigmática construcción. Son las 09,15 horas. Aún sigue en pie. Cuanto más la vemos, más sorprendente nos resulta. Por más vueltas que le hemos dado a la documentación que poseemos, no hemos encontrado nada sobre su origen. La puerta y las esquinas están construidas con piedra de sillería. Aunque desmochada, tiene una altura considerable. ¿Era una torre de vigilancia o simplemente un refugio de pastores? Tenemos la esperanza de dar un día con algún dato. (klik egin-ver más)Tafalla a Pie
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