
Nada de eso ha sido suficiente para frenar la caída. La empresa alega ahora que el declive de ventas acusado desde agosto hace inevitable la apertura de un nuevo expediente de regulación y anuncia ahora el despido de otros 60 trabajadores en Peralta y 33 en Berrioplano.
Ante esa situación, de nuevo es el turno del pueblo. Se ha convocado para el sábado 28 una manifestación que a partir de las 12 recorrerá Peralta-Azkoien. Hay que parar el ERE, o en su defecto, reducir al máximo la cifra de afectados, consiguiendo unas indemnizaciones congruentes con el el daño causado.
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