Mientras los médicos forenses confirmaban, como primera conclusión de la autopsia realizada al cadáver del joven Iñigo Cabacas, que este falleció a causa del disparo a bocajarro de una pelota de goma de las utilizadas por la Ertzaintza, su responsable político, Rodolfo Ares, comparecía ante los medios para decir que hasta ese momento no se había determinado el objeto que hirió de muerte a Cabacas y que todas las hipótesis seguían abiertas. Siguiendo su exquisito razonamiento, o Ares mentía o no había sido informado adecuadamente. En ambos casos una grave irresponsabilidad. (klik egin-ver más)Editorial de GARA
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