A menos de dos meses de las elecciones presidenciales venezolanas, recrudecen
los ataques opositores contra la institucionalidad democrática y cobra fuerza un
eventual plan de violencia. A esto se suma la tesis de un “ventajismo” de
Chávez, aún cuando el primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE)
demuestra que es abismal la diferencia en la cobertura publicitaria a favor de
Henrique Capriles Radonsky.
Aunque por el momento la guerra es de consignas y denuncias y la especulación
tiene plazo a sesenta días, no es sólo Venezuela la que vive en tensión por lo
que pueda suceder el 7 de octubre. Una eventual derrota del bolivarianismo
significará un retroceso para
este país y para todos los proyectos de complementación, integración y unión de
los pueblos latinoamericanos. (klik egin-ver más)
Aram Aharonian (en Punto Final, 17 agosto 2012)
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