El
escenario de la crisis ha facilitado que las voces del nacionalismo
españolista se cuelen progresistas, siempre con los inefables
tertulianos todólogos, impulsado por políticos de tirón publicitario, como Esperanza Aguirre o Rosa Díez, y tantos otros, e incluso
escritores de best seller, lo cierto es que el reaccionario nacionalismo
español se aventura a hablar sin medias tintas sobre la necesidad de acabar con
los comunidades autónomas, volviendo a centralizar el poder en Madrid. Y
su calado tiene, gracias a la abundancia de impresentable personal político que
trepa por aquí y por allá, en esta monarquía parlamentaria hecha a medida del
oportunismo político a la carta. (klik egin-ver más)
Domingo Gari, en Canarias Semanal
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