No se trata de una afirmación retórica, ni mucho menos: cuando se recortan los gastos en sanidad miles de personas que necesitan atención médica dejan de tenerla, o la tienen en peores condiciones y terminan muriendo antes. Igual le ocurre a otras que son dependientes y que dejan de tener la asistencia que necesitan para sobrevivir. Y cientos de personas se desesperan cuando pierden sus casas, cuando se quedan sin ingreso alguno para salir adelante, cuando ven que los bancos destrozan a sus familias o que no pueden alimentar a sus hijos, y se suicidan. Esto último es lo que le viene sucediendo a una media de tres personas diarias en los últimos años de crisis. (klik egin-ver más)
Juan Torres López, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla (en Res Pública)
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