Goñi, Pejenaute, Odériz, Alli....nunca fueron los propietarios de ese dinero que manejaban. Los propietarios eran los clientes de la CAN, a través de sus ahorros e inversiones y pagando religiosamente los intereses de sus créditos. Ellos levantaron la Caja desde inicios de siglo. Estaban tranquilos porque el gobierno navarro ejercía el papel de custodio. Pero les falló. El triste episodio del viaje de los helicópteros en París para 150 empresarios, consejeros, directivos y sus parejas prueba esa falta de celo. Por eso los han mantenido ocultos hasta ahora. Sanz presidía la Caja y Barcina la comisión de control. Ambos los conocerían y aprobarían, mientras se embolsaban suculentas dietas. Ahora reconocen errores, pero no asumen su responsabilidad ni siquiera han pedido disculpas.
Exigimos la verdad, porque los navarros tienen derecho a saber qué pasó con el dinero. Os esperamos a todos pasado mañana sábado, 2 de febrero, en la manifestación que partirá a las 17:30 desde los cines Golem, bajo el lema: QUEREMOS SABER LA VERDAD.
KONTUZ
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