La Levenseindekliniek (en español, Clínica para Morir), la primera institución privada holandesa dedicada a la eutanasia, practicada hasta ahora solo en la medicina pública, lleva un año abierta y tiene ya una lista de espera de 200 personas. En 12 meses, el centro -sin habitaciones, pero cuyos equipos ambulantes acuden a domicilio- ha recibido 714 peticiones, de las cuales 104 se han traducido en sendas ayudas a morir.
Isabel Ferrer, en El País
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