Yolanda Barcina es una política que solo conoce la victoria, pero la del domingo fue tan ajustada que puede volverse en su contra. Ayer estrenó la nueva Ejecutiva de UPN, limpia de todo rastro de la vieja guardia del partido. En sólo diez años como militante y gracias a la victoria por 76 votos, Barcina se ha acomodado el partido a su gusto, como si fuera un guante. Pero sigue sola y aislada. Voces de peso en UPN, como Carlos García Adanero y Miguel Sanz, certificaban ayer que "la formación está partida en dos". En esta tesitura, el único bastón de apoyo que le queda a la presidenta navarra es el PSN. Y el PSN lo que quiere es que se marche.(klik egin-ver más)
Aritz Intxusta, en GARA
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