Niños que van al colegio sin desayunar, sin el bocadillo para el recreo, sin la fiambrera para la comida. Estómagos vacíos que rugen en clase. Imágenes de una realidad poco visible en un país en el que uno de cada cuatro menores sufre pobreza relativa, según el último informe de Unicef. Y una realidad que empeora en los meses estivales, porque en vacaciones miles de escolares se quedan sin su única comida completa o equilibrada del día. (klik egin-ver más)
Menea y Vencerás
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