Kseniya Ryzhova y Tatyana Firova, dos de las cuatro relevistas rusas que arrebataron el oro en la final del 4 x 400 a las eternas favoritas estadounidenses, celebraron de esta manera desde el alto del podio su victoria. Un gesto de cariño y de desafío al gobierno de Putin por la represión que padecen gays, lesbianas, transexuales y bisexuales en Rusia. El resto de incredulidad de las otras dos atletas avala el valor simbólico de este gesto valiente y comprometido en defensa del derecho universal al amor.
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