domingo, 6 de octubre de 2013

SÓLO LOS MUERTOS PUEDEN QUEDARSE

El viernes por la tarde, solemnemente, el primer ministro de Italia, Enrico Letta, anunciaba que todos los fallecidos en el naufragio de Lampedusa -por ahora 58 hombres, 49 mujeres y 4 niños- recibirán la nacionalidad italiana. Justo a la misma hora -y no es un recurso periodístico-, la fiscalía de Agrigento (Sicilia) acusaba a los 114 adultos rescatados de un delito de inmigración clandestina, que puede ser castigado con una multa de hasta 5.000 euros y la expulsión del país. Los muertos, sin embargo, podrán quedarse. Ante la imposibilidad de ser identificados, se les ha adjudicado un ataúd, un número y un trozo de tierra en cementerios de Sicilia para que descansen, ahora sí, con la nacionalidad europea que se jugaron la vida por conseguir. (klik egin-ver más)
Pablo Ordaz, en El País

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