10,45 horas. Balsa de Cabriteras. Está imponente. El agua llega hasta el borde. Alguna rana desafía el frío y, asustada, salta al agua al notar nuestros pasos. Las dos casetas, camuflamadas bajo una gruesa capa de tierra, se miran una a la otra con sus troneras oscuras, mientras el sol se refleja cálidamente en la superficie del agua. Todo está en calma. Subimos de nuevo al Plano.
Por el camino que conduce al Raso, un conejo cruza veloz de izda. a dcha. Los ladridos de los perros habrán alterado lo que él pensaba que iba a ser un domingo tranquilo.
"Y qué drama se creaba cuando moría un caballo de la familia. Las caballerías vivían en la cuadra, en la parte baja de las casas, así que humanos y animales convivían puerta con puerta y el roce favorece el cariño.
Aún recuerdan la muerte del macho Galán. Hubo luto en la familia y se lloró mucho porque era un caballo de inestimable valor.
Lo sacaron de la cuadra con cuerdas, porque había mucho desnivel, lo montaron en un carro y lo llevaron a los "carnuces" del Plano (cementerio de caballos donde moran los buitres). No era tarea fácil. Un caballo sólo podía ser arrastrado entre muchos hombres" (Arantxa Marco Hernando)(Los Gregoricos. Raíces tafallesas y genealogía de los Zaratiegui) (klik egin-ver más)
Tafalla a Pie
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