
Pregunta. El pasado 12 de abril el Consejo de Ministros eliminó de la Ley Hipotecaria la equiparación de los obispos con funcionarios, un privilegio que otorgaba a la Iglesia la posibilidad de inscribir, sin prueba alguna, bienes a su nombre. No obstante, ofrece una moratoria de más de un año hasta extinguir esa práctica. ¿Satisfechos?
Respuesta. Es una satisfacción a medias. Hemos logrado derribar un muro que parecía indestructible y se ha conseguido gracias al trabajo de las plataformas y, sobre todo, al apoyo de muchos ciudadanos que han obligado al Gobierno a eliminar ese privilegio, aunque la reforma de la Ley Hipotecaria está hecha con otra intención. (klik egin-ver más)
Javier Doria, en El País
No hay comentarios:
Publicar un comentario