martes, 13 de mayo de 2014

DE ASESINATOS COMUNES Y CAMPAÑAS AMAÑADAS

La sensibilidad política del régimen del 78 está a la altura de un vertedero. Si fueran decentes, habría mil motivos para detener una campaña electoral. Por ejemplo, cuando un técnico de sonido se cae de una torre mientras está instalándola con prisas porque hay que salir al siguiente pueblo; cuando la furgoneta se sale de la carretera y los que montan el escenario se matan; cuando militantes y votantes tienen un accidente camino del mitin; cuando se ha suicidado un desempleado de larga duración, familiar del cámara de televisión que busca el plano de alguno de los dos candidatos; cuando le da un infarto a un desahuciado mientras escucha en una plaza las mentiras del político de turno… También cuando es asesinado un servidor público por razones que tienen que ver con su desempeño en favor de la comunidad. Estaría bueno. (klik egin-ver más)
Juan Carlos Monedero, en Público

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