Como ya ha pasado otros años (el más claro, Santander en 2008), Osasuna comienza su semana decisiva hablando de matemáticas y no de fútbol. Tras verlo negro tras el descalabro ante el Celta y la concatenación de resultados adversos, ayer por la mañana aparecían claros en el horizonte en forma de carambola. La principal hipótesis en circulación, visto que el juego del equipo no invita a la esperanza y menos aún a la épica, pasa por que el domingo en Cornellá se pueda pactar un empate de no-agresión que permita luego, ganando al Betis, llegar a 39 puntos, y que a su vez estos resulten suficientes. (klik egin-ver más)
Ramón Sola, en GARA
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