El grupo por la Memoria de Olite/Erriberri organizó recientemente un acto de homenaje a los 51 republicanos del pueblo muertos en 1936. Aquellas desapariciones terribles no fueron la única forma de hacer borrón y cuenta nueva. En cuanto tomó las riendas del poder, el nuevo Ayuntamiento echó a los ediles republicanos (seis, entre ellos dos alcaldes, fueron asesinados) y se dedicó a despedir a, al menos, once funcionarios “desafectos”, a “limpiar” maestros, alguaciles, pregoneros, serenos, guardas de campo o enterradores del cementerio, que perdieron el empleo, y la vida en algunos casos, sin prácticamente opción a la defensa ni ningún tipo de compensación. Todavía hoy no se ha reconocido el atropello. Tampoco reparado el honor de aquellos trabajadores municipales.(klik egin-ver más)
El Olitense
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